A veces los sueños no se cumplen porque nos falta el valor para vivirlos. Piensa una cosa, ¿qué es lo peor que puede pasar?, ¿que se cumplan nuestros deseos? Además de la fe, es necesaria una gran dosis de valor para aceptar la idea de que somos seres extraordinarios, y que nuestro poder sólo tiene los límites que nosotros le ponemos. Se valiente y persigue tus sueños
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