Por eso la vida fue soportable y siempre hubo la esperanza de coincidir.
Traes contigo toda tu dulzura, tu ternura de todas esas noches en que la luna no te dijo nada.
Y esperaste paciente que llegase una carta, pues no podría llegar la flor que tuve en mi mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario